En medicina natural y técnicas terapéuticas complementarias, ha
habido siempre la creencia y aceptación de que hay un nexo común entre la
emoción reprimida y el lugar del cuerpo donde se manifiesta la enfermedad o
desequilibrio.
La toxicidad emocional juega un papel importantísimo en la
consecución de una óptima salud. Según varíen nuestras emociones cambian los “neuropéptidos” disponibles y la
comunicación entre nuestras células, influenciando las probabilidades de
sentirnos bien o sentirnos enfermos.
El primer paso para empezar a sanarnos es hacernos
conscientes de nuestras emociones y
sentimientos. Sin consciencia es muy difícil cambiar ya que nuestro ser sigue
funcionando igual debido a la inercia. Pero si tomamos consciencia del
problema, al menos tenemos la oportunidad para cambiar y curarnos.
Información e Inscripción: arantxatxomin@yahoo.es
Un saludo.
Arantxa